Aunque ambas áreas sean consideradas diametralmente distintas entre sí, resulta que para la vida de una empresa son absolutamente complementarias. Para conseguir un control perfecto de nuestras empresas será necesario que la unión entre ambas ramas sea continua, ya que muchos de los puntos más importantes de la fiscalidad de las empresas son proporcionados por la llevanza de una correcta contabilidad ajustada a la norma, como sucede con Impuestos.